El titular de la Asociación Bancaria (AB), Sergio Palazzo, anunció en una asamblea realizada en el Supervielle “una huelga nacional total” de la actividad para el 28 de este mes en demanda de la reapertura de paritarias y la eliminación del impuesto a las ganancias.
El dirigente también convocó a profundizar el plan de lucha con nuevas asambleas y cese de tareas durante las tres últimas horas de atención al público los días 18 y 19 de octubre en la totalidad de las 53 seccionales y de las entidades públicas y privadas.
El secretario nacional de Prensa del gremio, Eduardo Berrozpe, informó esta tarde que esas protestas se realizarán si los empresarios no se avienen a reabrir las negociaciones colectivas y a satisfacer otras demandas de la organización y, de esa forma, “se preparará la huelga nacional bancaria del 28 de octubre”.
El paro fue anunciado por Palazzo en una asamblea realizada en el marco del plenario de delegados y trabajadores del Supervielle. Además de Palazzo, hablaron el delegado de ese banco Berrozpe; la secretaria general de la seccional Buenos Aires, Alejandra Estoup, y la alterna, Alejandra Vilte, también delegada del Supervielle. Los trabajadores de entidades públicas y privadas deliberaron hoy otra vez en aambleas, con cese de tareas, de 12 a 15, en tanto el Secretariado General Nacional ratificó la huelga de 24 horas.
Palazzo explicó en el Supervielle que “el punto 15 del último acuerdo paritario señaló con claridad que de producirse variaciones económicas sustanciales se reabrirían las paritarias” y, en ese sentido, reseñó que “el propio gobierno afirmó que debido al apagón estadístico debía recurrirse al índice de precios de Buenos Aires o al Ejecutivo de la provincia de San Luis”.
“Esos índices señalan que ya hay 33 por ciento de inflación y resta aún un cuatrimestre. Ese ajuste no puede ser absorbido por los trabajadores, mientras los bancos se llenan de plata”, dijo. El dirigente y referente de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) añadió que las entidades financieras tuvieron este semestre un rango de rentabilidad promedio de más del 35 por ciento e, incluso en febrero, fue del 42 sobre el capital propio.
El sindicalista también denunció que “está en marcha un proceso de liberalización del sistema financiero, que atenta contra los puestos de trabajo y condiciona la discusión salarial”, y ejemplificó señalando que hay tercerizados “por doquier” a partir de “las resoluciones del Banco Central (BCRA)”.
En contacto con Télam, el dirigente argumentó que esas resoluciones evidencian “la pérdida de empleos y el condicionamiento de quienes los conservan por esa gran masa uniforme de tercerizados, que perciben menos salario y tienen aún menos condiciones laborales”, aseguró.
Palazzo se pronunció hacia el futuro por “un salto de calidad” en beneficio de los afiliados y explicó que de “no ser ahora, la próxima paritaria deberá tener como condición indispensable que los banqueros se hagan cargo del impuesto a las ganancias”. También enfatizó que la Bancaria fue el primer gremio que exigió la reapertura de las paritarias y que “se encamina hacia un plan de lucha, lo que sin duda marcará agenda en el movimiento obrero”.
“Nadie puede decir que impedimos la gobernabilidad o buscamos desestabilizar. Fueron los sectores empresarios, los formadores de precios y las posiciones oficiales las que subvirtieron el poder del salario del trabajador. La Bancaria solo se defiende de una agresión al poder adquisitivo y a las condiciones laborales y procura preservar el empleo y la dignidad”, puntualizó.
Para el dirigente, esa dureza se explica en “los 130 mil desocupados, el avance de la legislación laboral hacia los 90, la pérdida de poder adquisitivo y la apertura de importaciones. ¿Cuántos clientes de bancos habrá si todo ello continúa?”, concluyó.