Vecinos de la Unión, en el Chaco salteño, se movilizaron hasta la casa del intendente Leopoldo Cuenca para protestar por la falta de solución al reclamo sobre la mala calidad del agua que se ven obligados a consumir. Una de las pobladoras de la localidad, Cristina Guzmán, contó que el agua tiene grandes cantidades de arsénico, que sufren problemas de salud y que llevan años reclamando.

Además afirmó que la mayoría no tiene dinero para comprar agua potable pero que los vecinos no protestan porque temen represalias del poder político que gobierna el municipio hace casi dos décadas.