En la zona ribereña esto provocó una salida abrupta de un gran caudal de agua a través del arroyo Molino, lo que provocó un fenómeno conocido como “enchorrada” que no es otra cosa que una crecida rápida y torrentosa de un curso de agua de poco caudal.
Esto causó golpes entre las embarcaciones, roturas de muelles, pérdidas de elementos y daños generales a la infraestructura de los clubes náuticos uruguayenses.
Diego Cherot presidente del club Regatas Uruguay, dijo que hubo tres embarcaciones hundidas. Además la fuerte correntada hizo que las marinas se movieran de su lugar.
Por su parte, el profesor de vela del Yacht Club Entrerriano, Fernando Schivo dijo que la fuerza que tiene el agua va rompiendo todo a su paso. En el caso del club se rompieron muelles y se hundieron embarcaciones, sobretodo las que no tenían capas.