La empresa francesa Pinod-Ricard pretende quedarse con un terreno de 32 hectáreas que fue donado en los años ´60 por la familia Etchart a la Municipalidad de Cafayate para la construcción de una pista de aterrizaje.
La multinacional que compró la bodega Etchart en 1997 aduce que el municipio incumplió con el cargo original de la donación, a pesar de que hay registros de que la pista de aterrizaje estuvo operativa hasta el año 2000.
El intendente de Cafayate, Luis “Casita” Almeda, ya firmó un preacuerdo con Pinod-Ricard para canjear los terrenos en cuestión por otros que ofrece la empresa francesa, un convenio que será debatido en abril por el Concejo Deliberante local.
Sin embargo, un grupo de vecinos aseguran que el acuerdo es pernicioso para el municipio y denuncian que la multinacional ya tomó posesión de los terrenos en forma ilegal, ya que los alambró y plantó vid en por lo menos dos hectáreas.
En la familia Etchart, la posición se divide entre quienes consideran que hay que hacer una nueva acta de donación de las tierras al municipio y quienes creen que el terreno debería volver a la familia. En cualquier caso, coinciden en que la donación la hizo la familia (no la Bodega), por lo que ese inmueble no puede ser propiedad de Pinod-Ricard.
De los papeles a los que tuvo acceso Radio Nacional Salta, surgen numerosos antecedentes que demuestran la propiedad del Estado sobre esas 32 hectáreas: dos resoluciones del Concejo Deliberante, un acta del anterior intendente Juan esteban Ocampo y hasta una carta documento de Vialidad provincial mediante la que se intima a la empresa francesa a dejar de obstruir el camino de acceso a la pista de aterrizaje.