Entrevista a Martín Becerra Ahí vamos

Un estudio de Amnistía Internacional advierte sobre los riesgos de Tik Tok

El doctor en Comunicación e investigador del Conicet se refirió al nuevo informe de Amnistía Internacional sobre el uso de TikTok por parte de adolescentes argentinos, en el que se advierte sobre el impacto que genera en la salud mental provocando adicción y la recepción constante de discursos agresivos, alerta que la política de privacidad de la plataforma es poco respetuosa de los datos personales y llama a mayores regulaciones para ser un espacio seguro.

Tras dar varias precisiones, Martín Becerra sostuvo que "Tik Tok es una red que tiene características muy distintas a las que usan los adultos o jóvenes mayores de 30 años".

El informe “Domar el algoritmo: desafíos para la salud mental y privacidad en el uso de TikTok Argentina” es un estudio etnográfico sobre los usos que le dan a esta plataforma jóvenes de entre 13 y 25 años, realizado durante el primer semestre de este año en cinco localidades del país.

TikTok es actualmente una de las mayores redes sociales del mundo, con más de 1.000 millones de usuarios, muchos de ellos jóvenes de entre 13 y 17 años, que en la Argentina alcanzó a principios de año los 16,2 millones de usuarios mayores de 18 años.

Según advierte el informe, la plataforma Tiktok puede resultar “un espacio tóxico y adictivo” para niños, niñas y jóvenes que puede influir en su autoimagen, su salud mental y su bienestar, y donde corren el peligro de caer “en espirales de contenidos desencadenantes de depresión y autolesiones”.

De esto dan cuenta los usuarios consultados en la investigación, cuyos testimonios mencionan la “dificultad de dejar videos” de TikTok y las sensaciones de “pérdida” del tiempo, de descontrol e incluso de “abducción” por parte de la plataforma.

La sensación de adicción aparece vinculada con el teléfono móvil en general, pero los usuarios puntualizan particularmente en TikTok al alertar que, al usarla, entran en un “bucle”, una sucesión de videos contínua que, comparado con otras redes sociales como Instagram, “solo genera esta app”.

De hecho, TikTok es la aplicación que "más tiempo captura de los usuarios, con más de 20 horas mensuales contra 17:30 de Instagram”, detalló Becerra, doctor en Ciencias de la Información.

Si bien TikTok se vende como una plataforma de entretenimiento y creatividad, es cada vez más una fuente de información y noticias, especialmente para los jóvenes que "la suelen considerar 'el nuevo Google'".

En ese contexto, emerge como "una práctica frecuente" en esta red social el autodiagnóstico respecto a distintas cuestiones sanitarias que abarca desde dietas, cuidados de la piel, técnicas de maquillaje hasta trastornos de la salud mental, para lo que TikTok ofrece “un abanico de soluciones a la carta que parecen rápidas y sin espera” pero "carentes de curaduría profesional o científica".

Frente a este fenómeno, alertado ya por autoridades sanitarias de Europa y Estados Unidos, los especialistas coincidieron en que es "el Estado el que tiene que estar presente en esos contextos (digitales) para responder y evacuar dudas con los códigos propios de las plataformas".

Otro punto problemático es el ideal de belleza que instala la plataforma, que es comentado como "un contenido muy visto", pero que tiene la contracara "de inducir conductas alimenticias o cuidado de la salud que pueden ser dañinas”, agregó Becerra.

Esto es a su vez reforzado por la propia plataforma que a través de filtros "refuerzan los mismos estereotipos problemáticos” y que lleva a muchos jóvenes a querer evitar la presencialidad al ser percibida “como más riesgosa, como si las personas quedaran desnudas”.

El informe advierte, también, sobre la circulación de discursos agresivos tanto en videos posteados -que al ser audiovisuales de breve duración tienen "alta pregnancia"-, como en comentarios violentos (haters) en videos de contenidos no violentos.

Ahí vamos, lunes a viernes de 10.00 a 12.00

Con Gisela Busaniche, Carlos Ulanovsky, Agustín Álvarez Rey, Horacio Marmurek, Cristian Bello, Santiago Lucía, Alfredo Zaiat, Cecilia Diwan, Diana Costanzo e Ingrid Beck