Mónica Cabarati, consultora en medio ambiente indicó que el efluente tóxico denominado “vinaza” se produce por la destilación de alcohol de la caña de azúcar. “De cada litro de alcohol producido salen 12 litros de vinaza”, detalló y remarcó que durante muchos años, las once destilerías que trabajan en Tucumán arrojaron ese producto al río y se contaminó la cuenca Salí-Dulce. Esto, agregó Mónica, generó que Santiago del Estero iniciara una demanda contra la producción tucumana, causa que desde el año 2011 se encuentra en la Corte Suprema de Justicia. Por otra parte, reclamó al gobierno nacional que se analice el impacto ambiental que esta contaminación provoca sobre los tucumanos.