Fue imposible predecir semejante magnitud del fenómeno, decía a Nacional Viedma, Adrián Iribarren, titular provincial de Defensa Civil, respecto al vendaval que se abatió sobre General Conesa, con la trágica consecuencia conocida de una abuela y su nieta fallecidas.
Iribarren mencionó vientos de 120 km por hora. Dijo que en algunas ocasiones estos fenómenos impactan en los campos y la gente no se entera pero que ahora las fuertes ráfagas golpearon un sitio donde estaban las familias y provocó la tragedia.
Un árbol cayó en pleno balneario Jorge Lavezzo, donde se desarrollaba una competencia de canotaje. Las dos víctimas murieron al ser alcanzadas por el enorme tronco.
En tanto otro árbol aplastó el automóvil en el que se encontraba el jefe de Bomberos de Conesa, Rubén Marín, junto a su hijo y su esposa. Milagrosamente los tres resultaron con lesiones leves.
Por su parte, el meteorólogo de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas, Fernando Frasetto, dijo que “se había emitido un alerta el viernes, que daba cuenta del encuentro de las dos masas de aire, que forman un sistema de inestabilidad con tormentas severas”.
Recordó que “cuando se acerca una tormenta es importante tomar ciertas precauciones, a veces la palabra granizo es la que más resuena, pero hay que considerar la actividad eléctrica y los vientos, porque los árboles no son resguardos seguros”.
Adelantó que se viene “una semana cálida pero no calurosa, con no más de 30 grados, habrá viento hoy y tal vez algunos vientos en la zona atlántica durante la semana, pero mucho más leves que los del domingo”.
Etiquetas: Adrian Iribarren, Conesa, temporal