Los trabajadores de la Planta Industrial de Agua Pesada Arroyito (PIAP), en Neuquén, afirmaron que la confirmación de la reactivación es producto de la larga lucha desde que el Gobierno de Mauricio Macri decidió paralizar las actividades.

El ministro de Economía de la Nación, Serio Massa, firmará el viernes los convenios para la reactivación de la PIAP, durante un acto del que participarán el gobernador Omar Gutiérrez y el mandatario provincial electo, Rolando Figueroa.

La PIAP fue puesta en marcha en 1993 para producir el agua pesada, necesaria para el funcionamiento de las centrales nucleares, y fue paralizada en 2017 en un proceso que pasó de 500 operarios a los menos de 90 actuales.

La planta es propiedad de Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y está operada por la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), una sociedad conformada entre la CNEA y Neuquén.

El secretario general de la Junta Interna de la PIAP, Nicolás Ventura, explicó que los convenios que se firmarán este viernes en Buenos Aires podrán en marcha el plan progresivo de reactivación, que demandará dos años.

Ventura recordó la lucha de los trabajadores que pudieron sobrellevar el proceso de vaciamiento de 2017 y detalló que el compromiso del Ministerio de Economía para que la planta vuelva a producir agua pesada, incluye una actualización del 30% en el presupuesto de este año.