El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, confirmó que las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires serán el 13 de agosto, en la misma fecha que las PASO y las elecciones generales nacionales, pero se realizarán de manera concurrente, es decir, con un sistema diferenciado como es la Boleta Única Electrónica, pese a la oposición de varios dirigentes del PRO, entre ellos, Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Patricia Bullrich. Esta decisión motivó la suspensión de la reunión del Consejo Nacional de esa fuerza partidaria, prevista para esta jornada.

Según la ley electoral, Larreta debía definir esta semana cuándo y cómo votarían los porteños para elegir autoridades municipales, una decisión que por ley debe concretarse 120 días antes de la realización de los comicios.

La Ciudad de Buenos Aires ya había usado el sistema de boleta única electrónica en 2015, mientras que en 2019 se había votado con boleta sábana o tradicional.

El argumento esgrimido por el larretismo para defender la decisión es que el Código Electoral de la Ciudad, que establece la boleta única, fue votado en 2018 y entró en vigencia en 2020.

Las elecciones concurrentes significan que las autoridades porteñas se votarán el mismo día que se elegirán las autoridades nacionales, en el caso de las elecciones primarias el 13 de agosto, y en las generales nacionales, el 22 de octubre.

Sin embargo, dado que será a través de un sistema diferenciado, ningún candidato local podrá llevar su nombre atado al de algún candidato presidencial.

De esta forma, al ingresar al cuarto oscuro, los porteños se encontrarán con dos tipos de boletas: una sábana tradicional para elegir Presidente y Diputados nacionales, y otra boleta, que será Única Electrónica, para votar al jefe de Gobierno de la Ciudad.

También, habrá dos tipos de urnas en las que el ciudadano deberá depositar el sobre con su respectivo voto.

A diferencia de las elecciones desdobladas, método que se utilizó en varias ocasiones en la Ciudad, las concurrentes se realizan con dos sistemas distintos el mismo día que las elecciones nacionales, mientras que las restantes implican que haya dos días de votación diferentes.

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