Sandra Segovia y su familia decidieron dedicar los días viernes a cocinar para aquellos que menos tienen. Desde diferentes barrios aledaños al San Roque, su lugar de residencia, cientos de vecinos se acercan por un plato de comida. Sandra es de una pequeña  localidad llamada Dragones y conoce de cerca la necesidad, la misma necesidad que la ha llevado a tomar la decisión de compartir lo que tiene con los más carenciados. Sin ayuda gubernamental de ningún tipo, solo con el soporte y solidaridad de los que la rodean, Sandra prepara feliz, cada viernes, el almuerzo solidario para más de cien personas. En contacto con La Mañana de Nacional nos decía: