Se conmemora un nuevo aniversario de la Reconquista de Buenos Aires

En la segunda mitad del siglo XVIII, Gran Bretaña, Francia y España decidieron iniciar reformas para defender mejor sus territorios y obtener más recursos para la guerra.

Esos cambios fueron el marco de un período de grandes transformaciones en Europa y América entre 1770 y 1820.

En 1806, una escuadra británica que se encontraba en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, decidió lanzarse sobre Buenos Aires con el propósito de declarar el Libre Comercio, para poder vender las manufacturas industriales en la región.

Los invasores ingleses desembarcaron en Quilmes el 25 de junio de 1806, vencieron a las pocas tropas defensoras y, en pocas horas ocuparon Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata.

El virrey Rafael de Sobremonte huyó a Córdoba y trató de salvar los caudales públicos pero estos serían finalmente capturados por los británicos que se repartieron parte del botín que ascendía a 1.291.323 pesos plata.

A los jefes de la expedición William Carr Beresford y Home Riggs Popham le correspondieron respectivamente 24.000 y 7.000 libras, el resto, más de un millón, fue embarcado hacia Londres.

La mayoría de la población era hostil a los invasores y estaba indignada por la ineptitud de las autoridades españolas por lo que decidió prepararse para la resistencia.

Santiago de Liniers, un marino francés al servicio de España, se trasladó a Montevideo donde organizó las tropas con las que avanzó sobre Buenos Aires y derrotó a la guarnición inglesa del Retiro, entrando por las actuales calles Reconquista, San Martín y Florida, en el centro porteño.

Hombres y mujeres de distintos sectores populares se sumaron a la batalla y atacaron a los británicos que debieron rendirse y, tras 46 días de ocupación, lograron la Reconquista de Buenos Aires, el 12 de agosto de 1806.

Al finalizar los enfrentamientos se convocó a un Cabildo Abierto ante el cual una multitud exigió que no se permitiera retornar a la capital al virrey Sobremonte, considerado un cobarde por la población.

También se pidió que Liniers fuera nombrado comandante de armas y se formaron las milicias voluntarias que, en julio de 1807, enfrentaron la segunda invasión inglesa.

En 1948, 142 años después de aquel acontecimiento, durante la celebración del Día de la Reconquista y en un marco social mundial de posguerra, el entonces presidente Juan Domingo Perón depositó una “Cápsula del Tiempo” con un mensaje para los jóvenes del año 2000.

Una columna de estudiantes transportó un cofre muy parecido a una urna funeraria, en cuyo interior y dentro de un tubo de aluminio, estaba guardado un mensaje manuscrito de Perón.

A los pies del monumento a Manuel Belgrano se hizo un pozo de 80 centímetros de profundidad para alojar el cofre, que posteriormente se cubrió con cemento y una baldosa de mármol.

Casi ocho años más tarde, el guardado manuscrito de Perón “A los jóvenes del año 2000” fue destruido tras el golpe de Estado de 1955, autoproclamado “Revolución Libertadora”.

En 2000, la Legislatura porteña colocó en Plaza de Mayo una placa recordatoria en el sitio que había ocupado la cápsula del tiempo, a 20 metros del monumento al General Manuel Belgrano, en dirección al Cabildo de Buenos Aires.

En 2006, Julián Licastro, ex embajador y secretario político durante el tercer mandato de Perón relató: “Por suerte, el general había guardado una copia y la resistencia peronista también.

De todos modos, Perón publicó el texto de la carta a los jóvenes del 2000 en su libro La Hora de los Pueblos, editado en 1968” y además, el archivo sonoro se conservó en la entonces Radio del Estado.

Recordamos este hecho en el marco de la conmemoración por el Día de la Reconquista, a partir de testimonios conservados en el Archivo Histórico de Radio Nacional.