La ilustradora, tallerista artística y realizadora de libros para la niñez, Sabina Nó participó en la intimista Charla de Living de Tampoco es Para Tanto. Su apellido es Nó, proveniente de La Coruña. Llegó a San Martín de los Andes por un amor, donde también se enamoró de los bosques y de las comunidades preexistentes. “Llegué de Buenos Aires y comencé a trabajar en las comunidades. En capital, entre muchos laburos, fui tallerista durante muchos años en el Museo de Arte Español Enrique Larreta. Cuando viajaba en el auto desde Pil Pil hasta el Centro de Educación Integral San Ignacio, de Cruzada Patagónica, en Junín de los Andes, que también trabaja con las comunidades, me dí cuenta que quería estar en las escuelas rurales. Luego fui intercalando con otras escuelas hasta que llegué a la de Paila Menuco Siempre fui tallerista de arte y no me quería meter en la dinámica del aula.

“Aquí en San Martín de los Andes tengo con María Martha Paz la editorial “La punta del ovillo” con la cual hemos publicado los libros “Sueños enredados” que fue seleccionado para el Plan Nacional de Lectura, su continuación “Piedras y manzanas”, los libros álbum “Hilos”, “Un camino y un secreto” y “Cruz del sur” y los libros colaborativos “Epew” y “Duérmete Pichikeche”.

Sabina explicó que “el trabajo que se llevó a cabo tanto con Epew como con Duérmete Pichikeché fue en parte por escuchar a la quimeltufe de la comunidad (docente) y a partir de ahí surgió la posibilidad de plasmar esas nanas e historias en libros, que los niños hicieran las ilustraciones. y se observara que los protagonistas eran las infancias apropiándose de sus saberes ancestrales”.

“Yo me llevo bien con mi rol de facilitadora en donde me corro de un lugar academicista sino que trato de acercar a unos con otros esto significa que a partir de lo que se puede llevar ver lo que surge y observar para ver qué otros aspectos se puede abordar. Soy facilitadora de procesos creativos en donde lo que hago es mostrar y no toco aquello que el otro hace, todos somos creativos y podemos apelar a nuestro niño interno, en mi caso el bosque fue mi facilitador”.

Por último, Sabina comentó que está iniciando un proyecto de equinoterapia y explicó “mi rol ahí también tiene que ver con facilitar el encuentro entre los niños y los caballos. Yo lo vinculo con el arte porque también es terapéutico y los niños serían el hilo conductor. Yo siento que puedo dejar una huella”.