Por prioridades, por compromisos que River tiene a corto plazo, Copa Libertadores y Argentina (en ambas competencias en semifinales), el partido del sábado frente a Talleres en Córdoba, es una piedra en el zapato. No porque los cordobeses no sean medida, sino todo lo contrario, es un duro rival que haría desgastar mucho a los titulares de Marcelo Gallardo.
Por eso, el entrenador apelará a la cantera del club. Allí podrían aparecer, Kevin Leonel Sibille, marcador central, Augusto Ezequiel Aguirre, lateral derecho y Nahuel Ezequiel Gallardo.
Si, ese apellido que no es uno más, que no pasa desapercibido. El hijo del entrenador, con 19 años debutaría en la primera división. Zurdo, lateral o central por ese sector es habitualmente titular en el equipo de reserva dirigido por “Luigi” Villalba.
Agerrido en la marca, de buen criterio a la hora de manejar la pelota no aparece como un crack, pero es joven y su techo puede ser indefinido. Casos sobran, como el de Funes Mori que no era titular o el propio Martinez Quarta.
El debut se produciría en un contexto ideal para el jugador y su entrenador y padre, un partido que pasará desapercibido en la memoria de muchos. Donde la presión es exclusivamente la camiseta, pero donde la exigencia no será tan grande dada las exigencias que presenta el calendario en otras competencias.
La ansiedad es más periodística que del entrenador, pero servirá para dejar atrás el morbo de jugar por ser el "hijo de...". De 173 centímetros de altura y con una cabeza llena de conceptos familiares, la expectativa crece. Condiciones tiene. Madera hay. Los minutos en cancha hablarán por si solos.
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