Diego Arduino fue uno de los presos beneficiados con la prisión domicilaria en medio de la pandemia de coronavirus, tras cumplir 14 de los 16 años de condena que había recibido por el homicidio del comunicador social Alejo Hunau ocurrido en 2005.

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Silvia Ontivero, madre de la víctima, no se opuso a que le otorgaran prisión domiciliaria por cuestiones humanitarias, ya que Arduino es un preso que padece asma.

"Siempre me ocupe del derecho de las víctimas y participé de todos los procesos judiciales. Fue muy desigual el comportamiento de Arduino, las cárceles no son lugares en donde se resocializan a las personas. La primera vez cuando me consultan pedí que no lo dejen en libertad, dos meses después se da lo de la pandemia y esto cambia. Soy militante de los derechos humanos y por eso lo acepte"

"No fue una decisión fácil, muy poca gente lo entendió, también lo consulté con mi familia" , remarcó Ontivero quien estuvo siete años detenida durante la dictadura militar. "Lo acepté y ya no me da miedo"