El dr., Sergio Saracco, jefe del Departamento de Toxicología del Ministerio de Salud de Mendoza explicó cuál es la mecánica de la intoxicación por inhalación de monóxido de carbono.
El profesional dijo que se trata de “un gas venenoso, que no tiene olor ni color, no anuncia su presencia y tenemos que tener siempre en cuenta que cuando tenemos una llama prendida se está desprendiendo algo al ambiente”.
Saracco explicó que el monóxido actúa a nivel de la sangre, sobre los glóbulos rojos con un efecto fisiológico. La hemoglobina traslada el oxígeno hasta cada una de las células de nuestro cuerpo, y tiene una afinidad 200 veces superior por el monóxido de carbono que por el oxígeno. Esto hace que cuando encuentra alguna molécula de monóxido en el ambiente, rápidamente se une a la hemoglobina, transformándola en carboxihemoglobina, incapacitada para trasladar el oxígeno. Lo que produce entonces es que las células más importantes se afectan por la falta del vital oxigeno y comienzan a aparecer los trastornos por mal funcionamiento. Por eso los síntomas que produce esta intoxicación son que se empiezan a verse afectados estos órganos y ese mal funcionamiento a nivel cerebral produce enlentecimiento, torpeza en los movimientos, incapacidad para desplazarnos. A nivel cardíaco arritmia o infarto de miocardio, al quedar presa del monóxido en ese ambiente cerrado, hasta terminar causando la muerte. No nos damos cuenta -graficó- de que lentamente nos vamos intoxicando”.
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