La representante especial sobre Orientación Sexual e identidad de Género de la Cancillería argentina, Alba Rueda, denunciará internacionalmente a la Corte Suprema de Justicia tras el fallo que rechazó el pedido para rectificar su identidad de género en los registros de bautismo y confirmación de la Iglesia Católica. La funcionaria y activista trans anticipó que iniciará acciones en el sistema internacional de Derechos Humanos.
En diálogo con el Área de Géneros de Radio Nacional, Rueda indicó que se trata de un fallo “tremendamente violento". “Sostiene que la Iglesia Católica puede tener cualquier expresión que quiera mientras tanto sea el dogma de la fe. Es decir, que puede violentar cualquiera de nuestros derechos. Ratifica que el dogma de la fe es un asunto en el que no tiene injerencia en nada el Derecho Civil”, afirmó. El recorrido judicial comenzó en 2019, luego del rechazo del Arzobispado de Salta de adecuarse a La ley de identidad de género mediante el planteo de inconstitucionalidad de la ley 17.032. En ese momento, la respuesta de la Iglesia Católica fue que desconocía las “ficciones jurídicas” del derecho civil. Meses después, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil también rechazó la solicitud y el reclamo llegó al máximo tribunal, que también lo desestimó.
“Lamentablemente la Corte Suprema ratifica el derecho canónico según una ley de la dictadura de Onganía, del año 1966, que establece el vínculo del Estado con la Iglesia Católica. El Concordato dice que la Iglesia tiene el derecho y la discrecionalidad de tener cualquier consideración bajo el dogma de la fe. Dice que no hubo acto discriminatorio hacia mi, que es decir que negarme la identidad de género en el ámbito institucional de la Iglesia Católica no constituye un acto discriminatorio. Que las instituciones se refieran a mí con el nombre que consideran, con el género que consideren no constituye un acto discriminatorio”, comentó Rueda.
La funcionaria explicó que esta decisión afecta a todo el colectivo LGTB. “Desconoce el carácter constitutivo de la Ley de Identidad de Género, señala que si no me nombran no me violentan, que ellos me pueden tratar como quieran. Afecta a todas las personas LGTB que somos parte de la comunidad católica y que no nos vamos de la iglesia y que exigimos que se nos reconozca y se nos respete. Tira abajo años y años de derechos en torno a Ley de Identidad de Género, a los derechos LGTB, a la plataforma de derechos humanos. Es tremendamente violento”, afirmó.
Para calificar el accionar de la iglesia salteña, Rueda citó los dichos del Papa Francisco con respecto a quienes promueven el odio a las personas LGTB: "Es el sector corrupto de la iglesia, utilizan la fe cristiana para excluir. Ese es el encuadre, el contexto de interpretación que tengo sobre la iglesia salteña. Es una parte corrupta, añejada que lo que hace es sellar para excluir”
Informe Celeste del Bianco, Área de Géneros de LRA 1
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