La falta de agua y pasturas en los campos de invernada, producto de la sequía invernal, ya originó que numerosas familias crianceras de la zona comenzaran a arrear sus animales a la cordillera donde se encuentran los sitios de veranada.
Habitualmente, en los años normales, la trashumancia se produce entre noviembre y diciembre.
También por la sequía, muchas de estas familias han manifestado que se ha registrado mortandad durante las pariciones de los chivitos de temporada y se estima que en algunos sectores las pérdidas son de consideración.
Flaminio Méndez, criancero de Cerro Villegas, explicó a LRA 52 Nacional Chos Malal que las invernadas son verdaderos desiertos, no hay pasturas y ya se han secado las vertientes, motivo por el cual el desplazamiento de los piños hacia la cordillera se tuvo que adelantar un mes.
Escuchamos al criancero Flaminio Méndez
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Etiquetas: LRA52 Chos Malal, Neuquén, Sequía, trashumancia