La vecina de Loncopué, Beatriz Ponce, contó cómo se le ocurrió la propuesta junto a su hija. El 29 de agosto, en un viaje a Zapala, compraron pintura asfáltica amarilla y en el regreso pintaron todos los pozos. El insumo les alcanzó sólo hasta el ingreso a Las Lajas.
El objetivo de su original propuesta es evitar que las y los automovilistas rompan gomas y llantas durante el trayecto desde Zapala a Loncopué.