La política puede ser entendida como el arte de gobernar y hay muchas teorías que fundamentan esta concepción. También puede ser una estrategia permanente de lo no oficial toda vez que para que lo oficial se instituya necesita, al menos, una resistencia de lo establecido en suspenso. Se trataría de impugnar lo existente, pugnar por posicionarse en los costados más críticos de las trincheras conquistadas y cuando se advierte que se agota el proyecto o espacio por el cual se pugnó, bajar o apartarse para volver a impugnar. Y a reeditar la secuencia. La política limitada al acceso a algún oficialismo tiene restringida su capacidad de transformaciones a aquellos cambios permitidos por los poderes permanentes. Una idea que no es exactamente esta y –seguro- mejor, fue dicha por la revista El ojo mocho, cuya fundación y calidad filosófico-política debe mucho a Horacio González.
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Etiquetas: Política, Suplemento de viernes