En las costas del Kilómetro 8 en Comodoro Rivadavia apareció el cadáver  de una ballena jorobada joven. De inmediato se transformó en la atracción de la barriada y hubo vecinos que incluso se metieron dentro del cuerpo del animal. Por esta causa, se realizan serias advertencias sobre los riesgos que implica entrar en contacto con materia en plena descomposición.

En diálogo con el móvil de LU4 Nacional Patagonia, el investigador del CONICET y profesor de la UNPSJB Mariano Coscarella se refirió a lo que implica el varamiento del animal en zona poblada. “No es un problema que la gente vaya a ver al animal. El tema es que está en una zona muy poblada, el problema no es que lo vean sino que lo toquen, que se metan adentro como ocurrió ayer. Puede tener enfermedades, se puede tocar solo con guantes. Además es un animal que está en estado de descomposición. No  se nos ocurriría meter la mano en un perro muerto al lado de la ruta. Entrar en contacto con ello no debería ser algo que la gente haga, que no entren en contacto con los fluidos que emana”, insistió.

En este sentido, sostuvo “no es una cuestión de distancia sino que no estén encima del animal,  el riesgo está en tocarlo”.

Sobre los restos y  destino final del cetáceo , el investigador indicó que hay tres posibilidades. “Puede pasar que la marea se la lleve, que el animal se descomponga y desaparezca que podría pasar en el verano, el municipio de Comodoro podría retirarla y llevarla a un sitio más alejado. Pero es medio incómodo por el acceso, es probable que quede ahí y se descomponga, por lo que recomendamos nuevamente a la gente no tocarlo”.

Finalmente, Coscarella dio detalles sobre el ejemplar. “Es una yubarta o jorobada, es bastante común de ver en el canal de Beagle, van a reproducirse a Brasil pero en los últimos años se han visto bastante ejemplares en Punta del Marqués, no es un animal que nos llame la atención que pueda varar, el año pasado pasó en Ramon Santos”.