Según la perito de parte que representa a la familia de Rafael Nahuel, la licenciada Silvia Bufalini, todas las vainas secuestradas en el lugar donde murió Rafael Nahuel el 25 de noviembre de 2017 durante un desalojo de tierras en cercanias de Bariloche, son de armas de las fuerzas de seguridad, lo que echaría por tierra la hipótesis de que hubo un enfrentamiento armado.
Fueron 31 las vainas de munición 9 milímetros encontradas en el terreno durante la inspección ocular, a lo que se suma el faltante de 130 proyectiles de los cargadores secuestrados a los Albatros.
En su declaración del día miércoles Bufalini coincidió con los peritos Roberto Nigris y Karina Uribe, quienes testificaron el martes y defendieron la primera pericia balística, realizada en enero de 2018.
En esta se comparó el proyectil extraído del cuerpo de Nahuel con los "proyectiles testigos" obtenidos de disparos efectuados con las 24 armas secuestradas a los Albatros. Todos los peritos presentes declararon que la munición coincidía en estrías y microestrías con una adjudicada a un subfusil MP5 que había sido entregada al cabo primero Francisco Javier Pintos.
La semana entrante comenzarán a declarar los testigos presenciales, algunos de ellos heridos de bala y detenidos luego de que bajaran el cuerpo de Rafael Nahuel, ya mortalmente herido, a la ruta.