COLUMNA DE GÉNERO SANTA CRUZ

Parto respetado: el derecho a ser protagonistas

Tras la semana mundial del parto respetado nos ponemos los anteojos violetas para

pensar en uno de los procesos más importantes vividos por las personas que deciden gestar.

Este año el lema es: “El respeto por las necesidades de la madre y su bebé en cualquier

situación”, con el objetivo de promover la importancia de contemplar en las medidas de

cuidado para COVID-19 los derechos de las personas gestantes y sus bebés.

¿Sabías que en Argentina existe la Ley 25.929 sancionada y promulgada en 2004 y

reglamentada en 2015, que instituye los derechos de la persona gestante, su familia, y la

persona recién nacida? En su artículo primero establece que será de aplicación tanto al

ámbito público como privado en todo el territorio nacional, y que las obras sociales

regidas por leyes nacionales y las entidades de medicina prepaga deberán brindar

obligatoriamente las prestaciones establecidas en la ley e incorporadas al Programa

Médico Obligatorio.

Uno de los objetivos centrales de la ley es facilitar la participación de la persona gestante

como protagonista de su propio parto. Ser protagonista, así como leen. ¿Y qué significa

protagonizar el propio parto? Simplemente poder tomar decisiones, por supuesto que

dentro de las posibilidades médicas y de salud. Y para decidir es fundamental la

información. Por esto la ley plantea que la persona gestante tiene el derecho a ser

informada sobre las distintas intervenciones médicas que pudieren tener lugar durante

esos procesos de manera que pueda optar libremente cuando existieren diferentes

alternativas.

El proceso de parto respetado implica privilegiar la voluntad y los tiempos de la persona

gestante, y un instrumento que ofrece la ley para lograrlo es el plan de parto. Se trata de

un documento redactado por la persona durante el proceso de gestación junto a su

familia, con sus deseos y requerimientos, y también las intervenciones que no quiere, muy

poco utilizado debido al desconocimiento.

 

Y Justamente es la desinformación una de las causas centrales de la violencia obstétrica,

es decir las prácticas y conductas realizadas por profesionales de la salud a las personas

gestantes durante el embarazo, el parto y el puerperio. ¿Cómo saber si sufriste violencia

obstétrica? Te invito a leer algunas de las frases que se han escuchado en las salas de parto

y que ejemplifican este tipo de violencias en un nivel simbólico: “tus contracciones son

una porquería”, “no quiero escuchar ni un quejido mientras que estás empujando”,

“pobre tu marido, sos media trastornadita”, “dejá de llorar que tampoco es para tanto”,

“sos de las que no dilatan”.

El derecho a un parto respetado, es el derecho a ser protagonistas.

Inka Von Linden, área de Género de Radio Nacional Río Turbio

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