Francisco "Pancho" Pestanha es docente universitario, Profesor del Seminario de Pensamiento Nacional y Latinoamericano de la Universidad Nacional de Lanús y en Tampoco es para Tanto, describió que “Los próceres no eran héroes individuales aislados de las corrientes que disputaban. Eran exponentes de colectivos. Cornelio Saavedra era la expresión de una de las facciones que confluyen en la revolución. La carrera militar de Saavedra comenzó con la resistencia de las invasiones. Su familia era de vieja raigambre americana, representaba ya una tradición americana. Técnicamente nace en Bolivia, en el centro del virreinato de la mixtura entre criollos, preexistentes y españoles. A diferencia de Mariano Moreno que era un hombre de puerto ligado a las nuevas ideas que provienen de Europa, aunque también conocedor de la América profunda”.
“Saavedra fue siempre electo. Las invasiones lo colocan en un espacio de total popularidad, los hijos de Buenos Aires lo eligen para ser jefe y comandante. Y marcha a la cabeza del cuerpo del regimiento de Patricias y es un héroe. El 25 de mayo, donde el pueblo estaba más aglutinado en los cuarteles más que en la plaza, ya que ‘pueblo’ y ‘plaza’ integraba las milicias, es a Saavedra a quien eligen”, recordó el historiador.
“El integrante de la primera junta de gobierno estaba muy aferrado a lo americano. Totalmente de acuerdo con la posibilidad de crear un estado nuevo, pero en un formato más clásico o tradicional que el pretendido por Moreno. Es que Saavedra, que era cabeza visible de una de las facciones del proceso revolucionario es tan revolucionario como Moreno. Mariano estaba convencido por ideas liberales de las revoluciones europeas o estadounidense.
Cornelio estaba más vinculado a las corrientes hispanoamericanas. Eso no les quita valor a ninguno. Ambos nutren a la revolución. Por ejemplo, la revolución rusa terminó con la hegemonía stalinista, pero no comenzó con un modo stalinista. Son movimientos dinámicos. Acá pasó algo así, tampoco había unidad de criterio. Pero Saavedra tenia mucho mas apoyo popular que Moreno, pero ambos aportaron una matriz a una revolución que finalmente no terminó configurada como ninguno de los dos anhelaba. Se decía que Saavedra era un conservador, al igual que se dijo de Peron, que también hizo una revolución.
“ De Moreno dicen que era un jacobino. No me gustan esas caracterizaciones europeas, admiro a ambos”, remacró Pestanha.
Consultado por la idea de Alberdi sobre que la Revolución de Mayo es la única rebelión latinoamericana que logra la victoria sin disparar cañones, el Director de Planificación de Políticas Públicas de la UNLA reflexiona: “El 25 de mayo es pacífico. El 17 de octubre también lo fue. Cuando el pueblo está convencido no quiere matar. Mira que en 1810 venían de dos invasiones. Eso habla del Ethos de una sociedad. Belgrano y San Martín van a continuar con la idea de crear una monarquía.
Es que era sentido común para los que estaban vinculados a los ejércitos. Entendian que el modo de tener ejércitos que permitan defender el vasto territorio del virreinato, necesitaba de un poder fuerte y hasta esa época, ese poder lo aseguraban las monarquías”.
“Saavedra y Moreno ambos terminan afuera de la revolución. Tienen victorias momentáneas. Si bien en Argentina profesamos un ethos muy pacifico, lo importante es que en los países sujetos a colonialidad directa o indirecta, el sumarse a una lucha anticolonial tiene sus riesgos. Contra España, contra los británicos que tenían agentes por todos lados a pesar de perder las invasiones, las tragedias que rodean a los grandes conductores los tienen detrás”, finalizó Pestanha.