Turba es un colectivo de hábitat, organización formada por arquitectxs, docentxs, investigadorxs y profesionales relacionados al hábitat de las ciudades de Corrientes y Resistencia del NEA, Argentina. Días atrás envió una nota a la Comisión de Recursos Naturales y Conversación del Ambiente Humano de la Cámara de Diputados de la Nación para sumar una mirada regional al debate parlamentario por el proyecto de ley de Humedales.
La arquitecta Rosario Olmedo integra el colectivo Turba y dialogó con el programa Demasiada Tarde, por Radio Nacional Resistencia, donde explicó la intención del aporte realizado por esa organización. “Creíamos que era necesario aportar una mirada desde el ámbito local, que es lo que trabajamos nosotros en Chaco y Corrientes”, señaló.
“No sé si somos tan conscientes de que estamos habitando un territorio que está fuertemente signado por la presencia de agua, estamos habitando el área del valle, las dos ciudades muy cerca del río Paraná y con sus afluentes. Toda esta área está muy marcada por la presencia de agua, y en los últimas décadas se hizo muy evidente por los problemas y falencias que comenzaba a tener el modelo de progreso asociado a rellenar lagunas, a avanzar sobre los ríos, eso empezó a colapsar hace unas cuantas décadas”, explicó la arquitecta Olmedo.
En ese contexto, advirtió que “hay un renovado interés por las áreas paisajísticas, pero en realidad hay un doble discurso en esto. De colocar en el mercado tierras que son bajos, que son bañados en el caso de Corrientes, que es el río Negro en el caso del Gran Resistencia que es todo parte del sistema del humedal”.
“También eso vinculado a una instancia de sequía que estamos atravesando pareciera que genera como una cierta confianza de que no va a pasar nada si urbanizamos sectores, que por supuesto que tiene una calidad paisajística muy hermosa y que todos podríamos disfrutar pero que eso trae aparejado un conjunto de inconvenientes”, agregó.
Al respecto, recalcó: “lo que vemos como particularidad es que estamos al comienzo de una película que puede tener varios finales. Necesitamos ser conscientes del territorio en el que habitamos, necesitamos ser conscientes de que no se pueden habilitar desarrollos inmobiliarios en los humedales, porque ya hemos visto en otras localidades como Pilar, Tigre, Pergamino que son ejemplos paradigmáticos de todo lo que ha salido mal, entonces no podemos llegar hasta ahí”.
En referencia a ello, consideró: “se juega mucho con la desinformación con una suerte de venta de espejitos de colores, entonces pareciera que vamos a tener acceso al río sólo si eso se urbaniza y esa urbanización en realidad lo que está haciendo es destruir lo mismo que está vendiendo. Hay un juego ahí bastante perverso del mercado que necesita colocar eso a la venta y a la circulación. Nosotros creemos que es que eso en todo caso tiene que tener una protección máxima, que de hecho es lo que plantean casi todos los proyectos de ley de Humedales, que difieren en qué pasa si eso no sucede, es decir, si se avanza sobre el humedal”.
“Estamos ocupando un territorio que es del agua, históricamente ha sido del agua y el curso va cambiando. Si no logramos comprender la lógica estamos haciéndonos daño nosotros mismos. Esa agua va a continuar existiendo, los ciclos del agua van a continuar allí, solo que en lugar de dirigirse hacia un lugar, que es el previsto, que son los valles de inundación de los ríos, ese es el espacio previsto que necesita el río para crecer, va a empezar a ir hacia otros lugares, entonces ahí sí entramos en un territorio de incertidumbre y de peligro porque eso aumenta el riesgo para las poblaciones que están en otras áreas que antes no se inundaban”, concluyó la integrante de Turba.
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