El docente y ajedrecista visitó las Charlas de Living de Tampoco es para tanto. Titular de la Escuela Municipal de Ajedrez Peón en Séptima, empezó de niño como todos los que tienen un tablero en casa: “Nací en Panguipulli. Desde pequeño practico el ajedrez. A los 5 a 6 años comencé de modo lúdico y ya desdelos 9 años empecé a aprender con mayor sistematicidad”.

Actualmente ostenta un ranking de 1490 de ELO, pero reconoce que con la docencia del juego no puede retomar el ritmo para crecer en el ranking “Si uno no juega con regularidad se oxida. Y si bien trato de participar de todos los torneos que se realizan en la región, sin apoyos cuesta poder estar, tanto para mi como para los alumnos que quieran competir”.

“Se vive como se juega. Mucho de lo que sos o haces se expresa en las 64 casillas del tablero. La iniciativa en el juego habla de la manera de ser de las personas. Por eso es un juego tan versátil, que funciona en cualquier lugar y que colabora con la formación integral de los niños y adolescentes”, destacó Montenegro.

Marcos comentó que el ajedrez nacional está en un gran momento en cuanto a la proyección. “Tanto por Fausto Oro, el niño de 10 años que ya ostenta 2200 puntos de Elo y cuenta con una norma para Maestro Internacional, o Candela Francisco, la adolescente de 17 años que acaba de consagrarse nada menos que en el Mundial Juvenil Femenino Sub 20. Con mucha mayor humildad, aquí hay mucho potencial pero han habido cambios contraproducentes que trajeron una gran deserción en los barrios. Lo he planteado a la gente de Cultura, pero sin apoyo o voluntad, los niños y adolescentes se pierden de aprender un juego que no es cualquier juego”.

La Escuela Municipal Peón en Séptima comenzó en 2007. En 2020, con la pandemia se truncó una institucionalidad del municipio. Y lamentablemente, nunca se volvió a tomar en serio la disciplina. En 2019 di clases en 9 lugares. Desde Cordones de Chapelco al centro. En 2021 quedamos en tres lugares y en la actualidad solo estamos en la sede de Las Rosas en Vega Centro, los miércoles 18 a 19.30 y en la Biblioteca 9 de julio, los martes y jueves de 20 a 22. El tema es que perdimos la posibilidad de los niños. Terminar a las 22 no es para chicos o chicas que tal vez van al turno mañana. Se terminan quedando dormidos, no es un horario adecuado. Hay casos de cambios de horarios que desarticularon grupos consolidados, no es solo un tema presupuestario. Sin apoyo se hace difícil”, protestó. Montenegro brinda también sus clases para socios del Club Lacar, martes y jueves de 18 a 19.30. Allí, la actividad es abierta y gratuita pero para socios de la institución.