El sueño galáctico y universal de Al-Khelaïfi con su PSG no tiene límites. Después del bombazo del verano protagonizado estos últimos días tras conseguir de manera sorprendente el fichaje de Messi cuando todos lo daban por renovado (o fichado) con el Barça, ahora resulta que el jeque parisino no solo ha decidido no vender a Mbappé al Madrid este verano (no es una cuestión de dinero), sino que ya tiene preparado el relevo de Kylian para la próxima temporada. El jugador francés acabará ahí su contrato y quedará libre para fichar por fin por el club blanco, dado que sigue sin renovar su compromiso con el PSG (finaliza en 2022).
El PSG tiene asumida la marcha de Mbappé rumbo al Bernabéu al término del próximo curso, gratis total. Saben que el jugador frances tiene las ideas muy claras sobre su estancada renovación y nada le hará cambiar de opinión. Pero a cambio el PSG contratará a Cristiano Ronaldo, que también quedará libre para irse de la Juventus el 30 de junio de 2022. Conclusión: el PSG cambiará un jugador por otro y a coste cero a nivel de traspaso. No sacará ni un euro del Madrid, pero ya tiene suplente de oro y por el mismo coste. Reunir a Messi, Neymar y Cristiano, el podio del Balón de Oro de 2015, sería el no va más. Messi ganó esa edición con el 41,3% de los votos escrutados, Cristiano fue segundo con el 27,7% y Neymar acabó tercero con el 7,8%. Al-Khelaïfi siempre ambiciono reunir a los tres en París y una vez cerrado lo de Messi lo tiene cada vez más cerca. Jorge Mendes, agente de Cristiano, ya está al corriente de todo. Y Cristiano tendría un plus de motivación. Llegaría a París con 37 años y firmaría por dos más, justo para dejarlo con 39, que es la edad en la que tiene meditado dar un paso a un lado o irse a un fútbol menos exigente, tipo EE UU o Qatar. Además, si por la misma puerta que se va Mbappé sale Cristiano, en el Parque de los Príncipes casi nadie se quedaría fastidiado. El proyecto galáctico del PSG está desatado y recuerda mucho al galáctico que construyó Florentino Pérez en el Madrid entre 2000 y 2004.
En cuanto a Mbappé. Al-Khelaïfi tiene la palabra y la utilizó con la punta afilada en el acto de presentación de Messi: “Mbappé quería un equipo competitivo y ya lo tiene. No tiene excusas”. Las tres últimas palabras sonaron a amenaza, nada velada, hacia el jugador francés. En la planta noble del Real Madrid se tomó con tranquilidad esta reacción del presidente del PSG, pues ya se sabe que en la hoja de ruta del fichaje de Kylian rumbo al Bernabéu no se va a encontrar Florentino un solo semáforo en verde.
La postura del PSG es presionar a Mbappé para que se olvide de su sueño madridista y desgastarle con este tipo de frases, que le ponen todavía más en contra a esa afición del PSG que claramente está entregada a Messi desde su tumultuosa llegada a París. En el Madrid están tranquilos: "Kylian tiene la cabeza bien amueblada y no cambiará su decisión por las presiones públicas y coactivas de Al-Khelaïfi. Seguimos tranquilos con él". Efectivamente, Mbappé tiene todo hablado con su familia y su decisión de fichar por el Madrid es incuestionable, ya sea este verano si el PSG abre por fin la mano para negociar (algo altamente improbable, visto lo visto) o espera a que avance la temporada y así desde el próximo 1 de enero podrá cerrar libremente con el Madrid su contrato para aterrizar en el nuevo Bernabéu en el verano de 2022. Por lo tanto, si Al-Khelaïfi quería disuadir a Mbappé con sus frases o amedrentar al Madrid con esa amenaza de retenerle en París como sea, no ha conseguido el objetivo. Tanto Madrid como Mbappé saben que al final unirán sus destinos. Privadamente ya se han dicho el "sí, quiero". Una palabra vale más a veces que un contrato de 200 folios. Florentino está siendo cauto y sabe que de aquí al 31 de agosto pasarán cosas y que Mbappé deslizará algún mensaje más. Pero Mbappé vendrá seguro al Madrid. Y por esa puerta llegará Cristiano a París...
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