Luis Cayuela, Juez de la Cámara penal de San Isidro, consideró que los criminales sexuales “deberían recibir un tratamiento especial, similar a una enfermedad o una adicción, con condiciones de detención muy especiales”, que no existen en las instituciones penitenciarias argentinas, a la vez que descartó instituir la reclusión perpetua como solución. Por otro lado, criticó “los criterios zaffaronistas” imperantes en la justicia penal, y sostuvo que “pretender que en el tercer mundo no haya policía y cárceles es una utopía anarquista”.
Luego, Oscar Gómez Castañón dialogó con el médico psiquiatra Roberto Abalo, quien afirmó que “resocialización del delincuente es cumplible en algunos casos pero no en todos”, y señaló que “los trastornos de la conducta antisocial” se manifiestan desde la primera edad. Abalo asociació fenómenos como el crimen de Micaela García a la anomía imperante en la sociedad Argentina, y vinculó a esta con figuras como Roberto Baradel. Por último, remarcó que este fenómeno es solo subsanable con “educación, educación y más educación”.
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