Según denunciaron desde la Asociación de Trabajadores del Estado muchos trabajadores de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) han recibido a partir del viernes pasado telegramas de despido. Se estima que son más de 1200 los que serían notificados y que podría aumentar esta cifra.
En el caso de la provincia de Neuquén esto ha provocado que varias delegaciones no puedan atender a los beneficiarios. Junín de los Andes y Aluminé han sido algunas de las ciudades que han tenido que cerrar sus oficinas, mientras que en otras localidades atienden con personal mínimo.
Pablo Todero, diputado nacional de Neuquén por Unión por la Patria, expreso su "enojo" por esta situación y afirmó que "el presidente de La Nación no ve que hay gente de carne y hueso que necesita, que se le complica en el dìa a dìa, que no puede hacer ese viaje, que no tiene internet, que no vive en una red social" y le solicitó al primer mandatario que "se ponga a gobernar, que deje de estar paveando en las redes que hay argentinos que necesitan y seguramente lo votaron no para que le quiten derechos".
Según el diputado las costos generados por las oficinas abiertas (electricidad, agua, gas y alquiler) eran solventados por los municipios de cada localidad por lo que solamente el recurso humano y las computadoras eran costeadas por la Nación.
Además estimó que la intención del Poder Ejecutivo es "desguazar el organismo para ir a las AFJP" en referencia al sistema de Administración de Fondos de Jubilaciones y Pensiones privado y que "hay algo de venganza en el presidente hacia un organismo que jubilo a su papá y a su mamá y como el no quiere a su papá y a su mamá hoy se está vengando con el organismo que le dio derechos a sus padres".
En declaraciones a Radio Nacional se refirió al decreto de necesidad y urgencia que oficializa una nueva fórmula de actualización de las jubilaciones y afirmó que trabajarán en diputados para generar una ley que establezca una fórmula que garantice que el IPC sea el índice por el que actualicen sus haberes.
Valentin Carignano, trabajador de la ANSES en la delegación de Aluminé, afirmó que todavía nadie les notificó de forma oficial el despido pero no pudieron ingresar este lunes a los sistemas informáticos de la institución ni pudieron "fichar" el ingreso al trabajo a través del sistema biométrico.
Hasta el momento no han recibido ninguna directiva en cuanto a que se debe hacer con los trámites que ya estaban en proceso, y que a los beneficiarios que se acercan a la oficina se los deriva a la delegación de Zapala, siempre con turno previo.