El 30 de noviembre se reúne la 28° Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Dubai. El encuentro se lleva a cabo anualmente desde el primer acuerdo climático de la ONU en 1992, siendo un espacio donde los gobiernos del mundo se juntan para acordar políticas para limitar el aumento de la temperatura global y adaptarse a los impactos asociados con el cambio climático.
La visión de la Presidencia de la COP28, a cargo de Emiratos Árabes Unidos, se articula en torno a 4 ejes de acción entre los que se destaca Acelerar la transición energética y reducir las emisiones a 2030, con el objetivo de triplicar la capacidad renovable en 2030, duplicar el ratio de eficiencia energética, aumentar la electrificación y reducir las emisiones de metano a 2030 así como el uso de combustibles fósiles.
En materia de financiación climática: cumplir las promesas hechas y sentar las bases para un nuevo acuerdo global en ese ámbito. La financiación es un tema clave en un año en el que se debate la reforma del sistema financiero multilateral para responder mejor a las necesidades de los países en desarrollo, por lo cual es necesario asegurar que se cumpla el objetivo de duplicar la financiación para adaptación en 2025 así como avanzar para sentar las bases del Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificable de Financiación Climática que deberá aprobarse en 2024 y cubrir las necesidades de los países en desarrollo.
Durante la columna semanal de la Defensoría del Pueblo y el Ambiente, el defensor adjunto, Gonzalo Salaberry, brindó información sobre la aceleración en el aumento de temperatura global, de los riesgos que implica, principalmente para poblaciones de países en desarrollo, y sobre la necesidad de que los principales países generadores de gases de efecto invernadero cumplan con el financiamiento comprometido para disminuir las emisiones de los mismos.