Roberto Díaz, de la Asociación de Inquilinos de Río Negro, lamentó que no se tratara en el Congreso de la Nación la modificación de la Ley de alquileres, el pasado 27 de noviembre.
Díaz asignó al lobby de las grandes empresas inmobiliarias la presión sobre los legisladores para que la propuesta no llegara al recinto.
Mencionó una fuerte presión del sector y aseguró que ese ejercicio surtió especial efecto en diputados del bloque oficialista.
“Hoy, 8 millones de personas deberán seguir esperando una norma que les aseguraba mayor estabilidad y previsibilidad de sus locaciones”, destacó, para recordar que la iniciativa extiende por un año la vigencia de los contratos y promediar el valor del alquiler con los indices de inflación y los ingresos de los inquilinos.