La pelea por la independencia económica y el modelo de país, enfrentó a miles de obreros y vecinos de Mataderos, con los tanques que representaban la entrega de tantos sueños, en tiempos de Plan Larkin, olvido de “Política y petróleo” y Plan Conintes.

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El 16 de enero de 1959, los obreros del Lisandro de la Torre, tomaron la planta para evitar su venta a la Corporación Argentina de Productores de Carne, el ente mixto que controlaban los principales ganaderos del país. La entrega del frigorífico estaba dentro del pliego de exigencias del Fondo y Frondizi necesitaba volar a Estados Unidos, para reunirse con Eisenhower, con todos los deberes hechos…

El 12 de enero, alertados por el inminente tratamiento de la ley de privatización, los trabajadores del Lisandro de la Torre, comenzaron a movilizarse.

Los obreros se entrevistaron con decenas de diputados y con el presidente de la Cámara baja, Héctor Gómez Machado. El legislador se comprometió a darles una respuesta el día siguiente.

Cuando terminó el encuentro, Sebastián Borro, secretario general del gremio de la carne, expresó a la prensa que los obreros estaban dispuestos a luchar hasta el fin para evitar la privatización: “En camiones cargaremos los escombros del frigorífico”.

Los trabajadores fueron recibidos por Frondizi, horas después de la aprobación de la ley en la última sesión del año. En la Cámara de Senadores, la privatización se aprobó sin debate.

El jueves 15 los obreros fueron a trabajar, pero ya no abandonaron el edificio. Decidieron la toma y un paro por tiempo indeterminado. La bandera del frigorífico, fue izada a media asta.

Frondizi designó como mediador en el conflicto, al jefe de la Policía Federal, el capitán Ezequiel Niceto Vega. El presidente había elegido el camino de la represión.
Esa noche el ministro de Trabajo, Alfredo Allende, declaró ilegal las medidas de fuerza de los trabajadores de la carne y de las organizaciones gremiales que se sumaron al paro.

A las 4 de la mañana comenzó la represión. Veintidós colectivos cargados con agentes de la Federal, carros de asalto de la Guardia de Infantería, camiones de bomberos, patrulleros, cuatro tanques Sherman del Regimiento de Granaderos a Caballo y varios jeeps con artillados, al mando del teniente coronel, Alejandro Cáceres Monié. La batalla duró 3 horas.

95 detenidos, entre ellos Augusto Vandor, John William Cooke, Susana Valle y Felipe Vallese.

El plenario de las 62 Organizaciones, declaró un paro por tiempo indeterminado. Durante varios días obreros y vecinos siguieron peleando contra las fuerzas de seguridad.

El gobierno del “nuevo Frondizi,” declaró zona militar a las ciudades de La Plata, Berisso y Ensenada y desde Estados Unidos, declaró: “La conducción del país la tiene el Gobierno y no los gremios”.

Luego de tres días, el movimiento de fuerza se debilitó: los colectiveros trabajaron el martes20 de enero y las agrupaciones no peronistas, abandonaron la huelga. El miércoles 21, las 62 Organizaciones decidieron el cese de las medidas de fuerza.

Sebastián Borro fue encarcelado y cinco mil obreros fueron cesanteados.