Nicolás Cerda, Director de Masculinidades de la Dirección Provincial de Equidad de Género, dependiente del Ministerio de Mujeres y de la Diversidad de Neuquén, dialogó con Tampoco es para Tanto sobre los desafíos de los hombres en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
"Las políticas publicas y sus recursos económicos estaban abocadas a la mujer victima. La novedad de nuestra dirección es abordar qué pasa con la otra parte, con los varones en estos contextos. En la institucionalización de las consecuencias de la violencia, algunos hombres solo transitaban el proceso judicial, pero quedaba ahí. Varones que habitan por nuestros espacios, son hijos, vecinos, amigos y que no tienen o tenían espacios de reflexión sobre estos temas en los que son parte fundamental del problema", destacó Cerda.
"La idea de la Dirección Provincial de Equidad de Género es trabajar con los varones y analizar tanto los procesos de crianza, como lo que es considerado normal para determinados comportamientos, con el objetivo de sensibilizar ante esta temática. Hoy tenemos demanda de instituciones, cooperativas, municipios, organizaciones de la sociedad civil, para poner en tensión estas conductas sociales. No hay muchos lugares en el mundo que tengan estas políticas de estado en donde se reúnen treinta varones a pensar comportamientos", resaltó el Director de Masculinidades.
En cuanto al modo de abordaje de las charlas, Nicolás Cerda reveló que en las charlas "preguntamos cosas sencillas, que pasan en lo cotidiano. El poder de la desinformación es muy fuerte. Lo que tratamos de hacer es escuchar, circular la palabra, no nos posicionamos desde el saber. Y cuando vamos a los procesos de crianza, nos corremos del debate. Se escuchan expresiones como 'Estas mujeres vienen por todo', 'hay que tener cuidado', 'nos quieren matar a todos', y cuando se profundiza el origen de esas expresiones, rápidamente se identifica con cosas instaladas, pero carentes de argumentos. Cuando crecemos transitamos distintos lugares educativos que nos van diciendo como comportarnos, 'no llores, no seas maricón'... se construye en oposición a lo que se piensa como femenino. Por sobre-representar esa masculinidad, ocurren casos puntuales como por ejemplo, entre amigos, no asumir que algo puede no saberse, por caso no saber nadar, y prefieren arriesgarse a cruzar un rio a quedar ´mal´ por reconocer que no pudo aprender a nadar. Es solo un ejemplo".
Finalmente, Nicolás Cerda hizo hincapié en cuán dificultoso es que los varones puedan identificar sus privilegios sociales. Desde la posibilidad de circular libremente por la calle sin miedo a ser acosado hasta los manejos económicos. "En general, en los casos donde el varón tiene mas ingresos que la mujer, niegan que haya presión económica, pero al comenzar a charlar, cuando lo mas escuchado es 'yo cobro y le doy el sueldo que lo maneja mi mujer', luego indagando un poco mas, esa argumentación tiene fisuras y el uso del dinero también se revela como desigual.
