La Legislatura de Mendoza derogó la Ley 9.209 que pretendía reactivar la minería metalífera. La resistencia de miles de mendocinos que salieron a la calle y continúan movilizados en “defensa del agua pura” y en contra del uso de cianuro y ácido sulfúrico en la minería, más la oposición de varios intendentes y el arrepentimiento del peronismo que acompañó la reforma, obligó al gobierno del radical Rodolfo Suarez a dar marcha atrás.