El cuerpo del Maximiliano Miranda (34 años), quien murió el lunes en la UCA de barrio Cáceres, no presenta lesiones posteriores a su internación que hayan motivado su deceso y que el fallecimiento se debió a una falla cardíaca. Así lo determinó la autopsia preliminar ordenada por el fiscal José Mana, uno de los tres que interviene en el hecho, y cuyos resultados comenzaron a trascender en la mañana de hoy.
Según se supo, indica que el deceso se produjo por una falla cardíaca, no hay signos de violencia como ahorcamiento o moretones, mas allá de los orificios de disparos con los que ingresó. Ante esto, el fiscal Mana ordenó estudios complementarios toxicologicos y anatomopatológicos.
Por el contrario, los familiares del fallecido denunciaron que las autoridades penitenciarias “dejaron morir” al recluso, que había sido hospitalizado el viernes debido de las heridas ocasionadas por un arma de fuego.
Jésica, hermana de Miranda, convocó a una concentración en la UCA para denunciar "abandono de persona".
Por su parte, Paola, madre de un alojado en la UCA, señaló que su hijo le señaló que dieran aviso a los medios de lo que ocurría en el lugar en virtud de la falta de contención a los damnificados. “Mi hijo me dijo que avisemos a la prensa porque ‘les estaban dando con todo’” en referencia al principio de motín que se registró en horas de la tarde del lunes.
Además de Mana, otros dos fiscales intervienen en la causa. Uno de ellos es Raúl Garzón, quien había ordenado la detención de Miranda, quien tenía antecedentes penales.
No por mucho madrugar, de lunes a viernes de 7:00 a 9:00 con Nicolás Fassi, Paula Hernández y María Ester Romero.