Entrevista a Martín Palazzolo

Investigadores del Conicet transforman residuos de yerba mate en bioaceite útil

La yerba mate, uno de los símbolos más característicos de la vida cotidiana argentina, podría convertirse también en una fuente de energía y desarrollo industrial. Un equipo de investigadores del Conicet logró transformar residuos de yerba mate usada en bioaceite, un insumo con potencial aplicación en distintos sectores productivos. El proyecto se enmarca en los principios de la economía circular, con el objetivo de reducir desechos y aprovechar al máximo los recursos disponibles.

 

El investigador del Conicet y líder del estudio, Martín Palazzolo, dialogó con Ramos generales y resaltó que esta iniciativa busca ofrecer una alternativa sostenible a partir de un residuo cotidiano. Señaló que el bioaceite obtenido puede servir como base para biocombustibles, lubricantes ecológicos y otros productos industriales, contribuyendo a disminuir el impacto ambiental del descarte de yerba.

El proceso de conversión se realiza mediante pirólisis, una técnica que aplica altas temperaturas en ausencia de oxígeno para descomponer la materia orgánica y obtener compuestos líquidos y gaseosos. El resultado es un bioaceite con características químicas similares a las del petróleo liviano, pero con la ventaja de provenir de un material vegetal renovable y de bajo costo.

Además de su valor energético, el proyecto representa un paso importante en la gestión sustentable de residuos. En Argentina se consumen más de 260.000 toneladas de yerba mate al año, y la mayor parte termina en la basura doméstica. Este desarrollo científico ofrece una alternativa concreta para dar un nuevo uso a ese material, impulsando modelos de producción más responsables y sostenibles.