Por Fabián Codevilla
De más está decir lo grande que ha sido Juan Manuel Fangio, al día de hoy sigue siendo reconocido como el más grande piloto de F1 en toda su historia.
Fue, es y será admirado por propios y extraños.
Los que hoy se han convertido en los mejores de la actualidad, en la máxima categoría del automovilismo mundial, siguen ponderando, admirados, las clases de manejo que en sus tiempos ha dictado el inolvidable “Chueco”.
Fangio partió a la eternidad en 1995 y sus restos descansaban, hasta el 10 de noviembre de 2021, en el cementerio de su Balcarce natal.
Por qué hasta la fecha mencionada?, porque finalmente y tras un proyecto ideado por su familia, en conjunto con la fundación que lleva su nombre y quienes manejan el extraordinario e inigualable museo que inmortaliza su figura, era trasladarlo a un mausoleo construido especialmente en un lugar de relevancia de dicho museo y que una vez allí, enaltezca aún más, el lugar que guarda sus más preciados tesoros, los autos con los que corrió y se proclamó cinco veces campeón del mundo, sus objetos personales, sus trofeos, sus vivencias, un lugar donde su presencia se percibe, se cristaliza y se agiganta a partir de este nuevo descanso eterno.
Este emotivo acto contó con la presencia de invitados de relevancia nacional e internacional, “Sir” Jackie Stewart, el británico tres veces campeón del mundo de F1, íntimo amigo del quíntuple y quien fuera también el ideólogo de este traslado, Horacio Pagani, el argentino que diseñó el Pagani Zonda, automóvil superdeportivo producido por su empresa en Italia, un talentoso de reconocimiento mundial por el cual el Balcarceño hizo mucho para que ello sucediera.
También se hicieron presentes Oreste Berta, “El Mago de Alta Gracia”, Don Luis Landrisina, entrañable amigo de Fangio al que se lo vio notablemente emocionado por los que se estaba viviendo, sus tres hijos, teniendo a Oscar “Cacho” Fangio como el mayor referente. Él fue quien continuó los pasos de su padre, destacándose como uno de los integrantes de aquella misión antológica de los Torinos en las 84 horas de Nürburgring que fuera presidida por el propio Juan Manuel.
También acompañaron este acontecimiento sin precedentes, ex y actuales pilotos de distintas categorías del deporte motor en nuestro país y el exterior, entre ellos Gastón Mazzacane, último representante de nuestro país en F1, Oscar “Pincho Castellano y su hijo y Osvaldo “Cocho” Lopez entre los más destacados.
Como periodista de Radio Nacional, enviado especial para cubrir este tributo irrepetible, quiero expresarles mi sentir.
Fui testigo del amor, el reconocimiento y la devoción de todo un pueblo por quien fuera en vida un ser extraordinario.
La emoción me embargó durante toda la jornada, las lágrimas fueron protagonistas de este momento póstumo que enaltecerá aún más su brillante figura, un referente que debiera ser el faro guía para las distintas generaciones que lo sucedieron.
Juan Manuel Fangio no solo se destacó por lo que significó como deportista, también lo hizo y sobresalió, por su humanidad, su valentía, su carisma, su compromiso, su generosidad, su hidalguía y su sentido de pertenencia.
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