El presidente Alberto Fernández encabezó, desde el predio Procrear del partido bonaerense de San Antonio de Areco, la entrega de viviendas para familias de las provincias de Misiones, Mendoza, La Rioja, Santiago del Estero y Buenos Aires.
Fernández calificó a la jornada como "un día importante, porque cuando llegamos al gobierno nos encontramos con 11 mil viviendas abandonadas desde 2015" y dijo no entender si eso fue "por convicciones políticas, maldad o inoperancia".
En tanto sostuvo que durante esos 4 años que no se terminaron las viviendas, "nos endeudaros, y unos picaros compraron dólares". "No me da vergüenza que el Estado asista a los que trabajan, pero sí que le dé vía libre a los pícaros para especular y ganar ellos solos", sostuvo.
"Visité estas casas y son lugares dignos, vivibles. No son de emergencia. Hay millones de argentinos que esperan un auxilio del Estado para acceder a la vivienda, que es un derecho humano", afirmó.
En ese sentido instó a "unirnos más que nunca. Somos la generación que vivió la pandemia. Lo primero que tenemos que cuidar es la salud de los argentinos".
"Nos toca arremangarnos y poner de pie a la Argentina. Reconstruirla de una vez y para siempre. Y en todo caso no olvidar, nunca más olvidar, que no todo es lo mismo. Que hay algunos que llegamos al gobierno para hacer feliz a la gente, y que creemos que este no es un país con un centro y una periferia, y que todos los argentinos en cualquier latitud tienen el mismo derecho. Por eso nunca pensamos que sobran argentinos", dijo.
"Los que creemos eso vinimos para cuidar la salud de los argentinos y vamos a poner de pie a la Argentina. Con más producción y más trabajo", agregó.
El jefe de Estado participó de una primera entrega de 784 viviendas en los desarrollos urbanísticos ubicados en San Antonio de Areco, en Posadas, provincia de Misiones; en Maipú, Mendoza; en Chilecito, La Rioja, y en la ciudad de Santiago del Estero; acompañado por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, la directora ejecutiva del ANSES, Fernanda Raverta; y la ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat, María Eugenia Bielsa, quien sostuvo que “la obra pública esta pesificada y tenemos la tarea de negociar en pesos porque la mano de obra es local y la mayoría de los materiales son nacionales".
"No hay razón para negociar las viviendas en dólares". "Debemos empezar a pensar el metro cuadrado en pesos y no en dólares”, afirmó.
También, y en ese sentido, el gobernador Kicillof señaló que "hoy los créditos se ajustan por el salario y no por la timba de los poderosos". En tanto consideró que ciertos sectores de la oposición deberían explicar por qué estuvieron paralizadas las obras de las viviendas y los satélites, entre otras cosas.
Durante septiembre y octubre se continuará con la entrega de otras 1500 viviendas en predios de Salta, Ciudad de Buenos Aires, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Córdoba y Río Negro que forman parte de un total de 11.000 que la gestión anterior dejó inconclusas.