El gobierno porteño, a través del jefe de gabinete, Felipe Miguel, y la ministra de Educación de la ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, ratificaron el pago de una "asignación extraordinaria" a las y los docentes que no hayan realizado paros durante el primer semestre de 2023 y explicaron que lo harán con lo recaudado de los descuentos realizados a quienes hayan ejercido su derecho a huelga. El secretario gremial de la Asociación de Enseñanza Media y Superior, Ademys, criticó la decisión al igual que UTE, otros de los gremios docentes.
Jorge Adaro consideró que “a la docencia no nos sorprende tanto” el anuncio y recordó que el año pasado “la ministra quiso incorporar los días sábados a la jornada laboral e intentó con un incentivo económico romper esa medida pero fue un fracaso”.
“Esta es una segunda medida que es antisindical por donde se la mire, estamos en el distrito mas rico que paga uno de los salarios más bajos”, cuestionó.
El docente y dirigente señaló que la decisión de abonar este bono “ha generado una reacción contraria a lo que pretendía” y remarcó que “hay bronca e indignación”.
Adaro fue enfático y expresó que “Acuña lo que tiene que hacer es pagar un salario como corresponde” y advirtió que Juntos por el Cambio “está preparando el terreno para volver a restringir el derecho a huelga, algo parecido a lo que hace Morales en Jujuy”, concluyó.
Anticipó que, en el marco de una asamblea realizada ayer, Ademys acordó una “medida de acción para combinar la necesidad de recomposición salarial y repudio a la medida anunciada”.
Por ello, el martes próximo cumplirán un paro y se movilizarán del Ministerio de Modernización porteño a la Legislatura a las 12.
Panorama Nacional, lunes a viernes de 6.00 a 7.00.