Como sucedió en el caso Arco Iris, intimaron a la periodista Manuela Calvo, a que cese de publicar contenido sobre el caso Cosquillitas. En esta oportunidad, la investigación periodística aborda la denuncia de una menor de 4 años, que sufrió abuso intrafamiliar, y que la justicia riojana, pretende revincularla forzosamente con la familia agresora.
Y en este sentido, Calvo aclaró que la intimación proviene del progenitor (quien esta denunciado en dicha causa, que data del 2021), y en la misma, le exige que “cese de publicar contenido sobre el caso en las redes sociales”, y no así en Pagina 12. Además, la licenciada en Comunicación Social, aseguró que “solo compartí un reel de un minuto, informando sobre la causa.” Finalmente, Calvo consideró dicha situación es un nuevo intento de censura en su contra: “Esta es la tercera vez que se intenta censurarme por casos de revinculaciones forzosas, es decir, causas de abuso intrafamiliar, donde la justicia pretende revincular a imputados con niñas, que están atravesando el proceso judicial.”
Por su parte, FATPREN tomó conocimiento de la situación de Manuela Calvo, y expresaron un enfático rechazo contra la censura y advirtió sobre las presiones que sufren las periodistas que abordan dichos casos judiciales: “La Secretaría de Género de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN) expresa su preocupación frente al acoso que vuelve a sufrir la trabajadora de prensa Manuela Calvo en curso de la investigación de vulneración de derechos de una niña… Frente a esta intimidación, la FATPREN se solidariza con Manuela y advierte una vez más sobre las presiones que grupos antiderechos ejercen hacia periodistas que trabajan con perspectiva de género. Exigimos a la justicia de La Rioja el cese del hostigamiento a la trabajadora de prensa en resguardo de la libertad de expresión y las garantías constitucionales.”
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