La obra tiene un avance del 60 por ciento y prevén que esté finalizada para junio de 2017. Se hizo una ampliación presupuestaria y terminará costando unos 150 millones de pesos.

En un predio de Enersa que funcionaba como depósito, detrás de La Vieja Usina y por calle San Martín, se construiría un complejo con capacidad para recibir a unas 2.500 personas. Se notificó que el Instituto del Seguro desembolsaría, a lo sumo, entre 30 y 35 millones para realizar un centro de eventos múltiples, y, según lo anunciado oficialmente, a través de la ley provincial 10.240 se transfirió a título gratuito el predio del gobierno entrerriano al Iapser. A su vez, el municipio hizo lo propio con el predio de su propiedad mediante una resolución ante el HCD.

Pero no pasaron ocho meses que, a causa de la nunca reconocida inflación y de los errores de cálculo el costo, el valor de la obra ya ascendía a más de 70 millones de pesos. Pese a todo se trata de la nave insignia de las sempiternas aspiraciones turísticas y de la capital provincial, y con muchos vientos cruzados, se avanzó bastante.

Para Gustavo Bordet, recibir una obra inconclusa no fue una buena noticia. El tema quemó como hierro caliente entre sus manos desde el primer día y para nadie fue casual la designación al frente del Iapser de Juan Domingo Orabona, un contador público concordiense de relación personal y profesional, y en quien deposita su confianza.

Pero la noticia tiene algo más: el Seguro acaba de terminar lo que llamó “neutralización”, una especie de auditoría acerca de cómo estaba la obra y qué se había pagado y qué no a la UTE de tres empresas (Cemyc SRL, Caballi S.A. y Szczech y Szczech) que tiene a cargo la obra civil y la finalización. Recién allí la compañía aseguradora, que tendrá el 100 % de la propiedad, reconoció tres certificados de obra que ya estaban vencidos, los abonó y la Unión Transitoria de Empresas -que fue obligada a hacerse cargo de los costos durante estos tres meses- retomará los trabajos en los próximos días.

“En términos generales, la obra está avanzando en un 60 %. De la licitación original está avanzado en un 90 %, pero se hizo una ampliación que no está aprobada y lo que nosotros hicimos fue firmar un convenio de neutralización antes de aprobar a obligatoriedad de la aprobación del proyecto al Municipio. Normalmente lo que pasa en determinadas obras públicas, como en la vivienda social, es que si bien hay una participación de Arquitectura de la Provincia, los proyectos y las obras se ejecutan antes que estén definitivamente aprobadas. Aquí se quería aplicar un concepto similar. La neutralización significa cortar todos los derechos de actualización por mayores costos de la obra. En este caso, se venían pagando los certificados de mayores costos que establecen los índices legalmente establecidos. Lo que no podíamos hacer es que se concluya la obra sin tener el proyecto final aprobado, para que no haya diferencias luego sobre los costos finales”, resumió Orabona sobre la decisión de auscultar que todo esté bien antes de avanzar en el último tramo.

El funcionario aseguró que se trabajó en conjunto con la Secretaría Legal y Técnica y el Ministerio de Infraestructura de la Provincia, que ya cuenta con la información sobre los pagos realizados, para “certificar el avance real”.