El representante neuquino en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas afirmó que " los gobiernos (nacionales) de todos los signos políticos no han resuelto el problema de Chihuido y ahora los neuquinos y rionegrinos sufren las consecuencias".
La lentitud con la que bajan los niveles del agua en el río Neuquén afecta a varias localidades de la provincia que se encuentran inundadas y que ven con temor las previsiones de más eventos climatológicos como los que tuvieron lugar durante los últimos días.
El rio Neuquén no tiene regulaciones como pueden ser bosques y lagos naturales por lo que toda el agua que llega al suelo va hacia el rio quien también recibe lo que traen los arroyos colectores que vienen de la montaña. El 80% de las chacras que se encuentran a la vera del río fueron invadidas por las aguas. Por eso es de vital importancia que se lleve a cabo la construcción de la represa Chihuido.
Este proyecto que incluye la construcción de una presa y central hidroeléctrica a 5,5 km aguas abajo de la confluencia del Neuquén con el río Agrio y a 155 km de la capital de la provincia permitirá no solo evitar o disminuir los riesgos de inundaciones sino tambien acumular y reservar agua para distintos usos durante el verano.
El funcionario indicó que la crecida también afecta al río Limay pero que nadie habla de eso porque hay 5 represas que contienen el agua mientras que en Neuquén "el agua la tenemos que tirar porque tenemos que esperar otra crecida" ya que en la segunda quincena de julio se espera un nuevo evento climatológico extremo.
Consideró que se deberá mantener al mínimo los niveles de los ríos de la cuenca del Neuquén para no perjudicar a los pobladores ribereños esperando que los próximos pulsos de humedad sean en forma de nieve y no de agua.