Por Fabián Codevilla
El fútbol argentino se vio sorprendido por el funcionamiento de La Academia que conduce Fernando Gago. Tras un final de semestre, en la última temporada, con un andar errático y poco productivo, este equipo parece haberse revitalizado con la realización de una pretemporada acorde a lo que el CT pretendía más la llegada de las incorporaciones que el propio técnico eligió y la recuperación de algunos jugadores que muestran un nivel superlativo, que terminan siendo engranajes esenciales en un mecanismo casi de relojería que ha impuesto el entrenador y que sus dirigidos ejecutan a la perfección.
Racing se a convertido en este último tiempo en un equipo sólido en defensa, recuperador y creativo en la mitad de la cancha y contundente en ataque, basando este funcionamiento en un arquero sobrio y seguro como Gómez, una dupla de centrales experimentados y expeditivos como Sigali e Insúa, con dos volantes modernos y de gran despliegue, que además le aportan claridad como Miranda y Moreno, la frescura, el talento y la juventud de Alcaraz, más un tridente ofensivo con dos extremos ágiles, rápidos e inteligentes como Hauche - Chancalay y Copetti, que se ha convertido en un goleador letal.
Hay que resaltar a los dos laterales que se desdoblan en defensa y ataque con velocidad, repentización y eficacia, Mura y Piovi.
A todos ellos se suman quienes son recambio permanente y que muestra las variantes que le da un plantel rico, homogéneo y abundante, me refiero a Pillud, Mena, Nery y Fabricio Domínguez, Edwin Cardona y Javier Correa, entre otros.
Este equipo es cosa sería, juega con una soltura y una dinámica que sorprende y que ilusiona, este Racing se sintetiza con un detalle, que una salida desde abajo con precisión y velocidad sea valorada con aplausos, habla de las bondades de su juego y del reconocimiento del hincha a una filosofía futbolística que prioriza lo estético sin perder el objetivo, eso resume la idea de Fernando Gago y el espíritu de su propuesta.
Etiquetas: Fernando Gago, Racing club