La politóloga María Esperanza Casullo señaló que los diez años de gobierno del fallecido ex presidente Carlos Saúl Menem fueron años de una "hegemonía política exitosa", ya que en su mayoría el arco político, oficialista y opositor, se enmarcó en la corriente neoliberal de la época. "Pero de ninguna manera se puede negar el grado de conflictividad social y violencia 'para abajo' que implicó poner y disputar esa hegemonía", indicó en diálogo con Abierto por Vacaciones, por Radio Nacional Córdoba.

"El menemismo fue un ejemplo de hegemonía política exitosa. Pero de ninguna manera se puede negar el grado de conflictividad social que implicó poner en juego esa hegemonía. Nunca hubo semejante nivel de consentimiento político en torno a un modelo. La oposición se dio en las calles", aseveró la politóloga, quien remarcó que "muchas cosas cosas del menemismo perduran hoy, como el régimen de coparticipación y la descentralización del sistema educativo".

En tal sentido, aseveró que "es difícil pensar a Argentina fuera de las corrientes liberales de los 90. Pero el argentino fue un caso extremo, con una agresiva política de privatizaciones que incluyó la privatización de YPF. Ni Brasil con Petrobras, ni México con Pemex, lo hicieron".
“Las grandes fortunas de los 90 se hicieron al calor del Estado, más allá de la exaltación del individualismo del discurso liberal. Libertad de mercado para los pobres y protección para los ricos", señaló Casullo.

Entre los aspectos a destacar del menemato, la politóloga señaló que fue importante la subordinación de las fuerzas militares al poder civil, dádnole continuidad al proceso democrático, al tiempo que sostuvo que "hay cosas muy buenas de la Constitución del 94 como la incorporación de tratados internacionales o cuestiones relacionadas a los pueblos originarios". "Lo negativo fue la ley de coparticipación, el tercer senador y la autonomía de CABA”, finalizó.

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