Así lo manifestó en diálogo con el programa Muchas Gracias, la investigadora feminista Dora Barrancos, quien expresó que “en este momento hay una crispación que podríamos identificar de los sectores de la derecha con discursos de odio. Es profundamente perturbador para los varones que marcan los esquemas propietarios. Esto es lo que debe ser superado”.
Tomando en cuenta el factor cultural del machismo, Barrancos se explayó en relación al papel del Estado como factor acelerador de este cambio. En este sentido valoró la modificación del artículo 80 del código penal que exacerbó la punición del femicida. “Hay otros países que también han avanzado en este sentido, aunque no se mencione la palabra femicidio”, afirmó. “No tengo ninguna duda sobre esto” continuó. “Costa Rica también avanzó mucho en estos temas, por ejemplo ha aumentado mucho la cantidad de días de licencia previsto luego del parto y también para los padres”. En este sentido dijo que es necesario incrementar los derechos de los varones en la tarea de sostener “si las mujeres van a ser atribuidas exclusivamente con los mandatos de la domesticidad y los varones van a ser apartados, estamos haciendo todo para reproducir los estereotipos”.
Dora Barrancos trajo a la charla lo ocurrido con el femicidio de Guadalupe Curual, donde el femicida le aseguraba en sus mensajes: “si no sos mía no sos de nadie”. “Esta malla de la propiedad, esa idea de que ese cuerpo es mio, es la teoría que hay que desmontar, por lo que hay que hacer un trabajo muy fuerte en la socialización secundaria, me refiero al sistema educativo”.
A la hora de analizar cómo se comunican los femicidios afirmó: “Tenemos que conmemorar que todo el sistema de medios haya comprendido que son femicidios y no crímenes por amor…Tenemos que ver cómo se hace el enunciado” para que no se reproduzcan los femicidios y las formas en que se producen. “Hay una identificación mimética y entonces por eso hay que ver en qué condiciones de reserva y criticidad se hace”, completa la especialista.
Barrancos afirmó que el agravamiento de la pena no parece influir en la disminución de los casos de femicidio. “Hay un gran debate dentro de las ciencias jurídicas e incluso el feminismo… Desde mi perspectiva no está mal pero no basta…Hay que corroer el principio violento y no lo vamos a hacer con el código penal en la mano. Trabajar para la extinción patriarcal no es un cometido del código penal. Ahí se impone una acción de la sociedad civil”.
En este sentido Barrancos, valoró el trabajo que se debe hacer en las aulas a través de la Educación Sexual Integral, y la reflexión sobre las bases que sustentan el patriarcado y el machismo.
Dora Barrancos se refirió a la conmemoración del Día de la Mujer Trabajadora, el próximo 8 de marzo y los derechos que faltan conquistar aseguró “necesitamos un mundo con equidad, sin sortilegios vandálicos…En la práctica necesitamos medidas que no pueden esperar, múltiples intervenciones en materia de violencia de género. La cuestión de cuidados que tiene una gran relevancia en la actualidad. Hay que preparar nuevas leyes, el Estado debe subsidiar todo el enorme arco que actividades de reproducción de tareas domésticas de cuidado a las infancias, las personas discapacitadas, adultas mayores. Y el tercer punto se resuelve con dirigencia y sistematicidad. Los lugares donde se segmentan mayormente los derechos de las mujeres son los laborales” y detalló distintas medidas para trabajar en este sentido. En ese punto, Dora Barrancos propuso que en los procesos licitatorios del Estado deberían calificar más los proyectos que involucran a mujeres y personas en situación de diversidad sexual. “Eso no es difícil y los ministerios tanto nacional como de la provincia de Buenos Aires están preocupados en esta tarea”.
Finalmente, Barrancos reflexionó sobre el rol de los varones que quieren cambiar esta realidad de violencia de género. “Es necesario un trabajo de renovación pedagógica sobre las subjetividades masculinas. Las feministas podemos colaborar pero es necesario mayor participación masculina” y afirmó que esto no puede quedar limitado a las escuelas, sino que los municipios por ejemplo podrían convocar a espacios de reflexión de varones sobre la realidad.