IMPUESTO AL VINO

“El impacto sería catastrófico en términos de rentabilidad”

Daniel Rada, director del Observatorio Vitivinícola, mostró preocupación porque el tributo anunciado por el gobierno nacional recaerá en los bodegueros directamente y en el resto de la cadena indirectamente. Lo considera un impuesto regresivo.

El observatorio es un proyecto que ejecuta la corporación vitivinícola argentina financiado por la Coviar y por la bolsa de comercio de Mendoza. “Lo que hacemos es, proveer datos técnicos que permitan, en este caso, argumentar y justificar esos argumentos desde un punto de vista técnico, con análisis e información real de todo el sector”-explicó el profesional.

Rada dijo que ha molestado al sector, por un lado haber considerado (al vino) como un producto nocivo, y por otro, la propia carga impositiva “que puede en algunos casos, realmente, incidir de una manera muy fuerte hacia adentro de la cadena, en particular a la producción primaria.”

Según las estimaciones del Observatorio, el impuesto recaería directamente en el bodeguero “esto es, que esa alícuota no se calcula sobre el precio de góndola sino sobre el precio a la salida de bodega (tendría un impacto de 3.500 millones de dólares sobre la cadena). Es más que toda la ganancia que tiene, actualmente, el sector industrial, los bodegueros, en un año.

Al hablar de las diferencias que existen entre el vino  y otras bebidas, Rada mencionó que se considera alimento porque tiene proteínas; se consume en el hogar (8 de cada 10 litros) y lo hace una franja etaria por encima de los 35 años; tiene una estabilidad de consumo a lo largo de toda la semana (aumenta un poco los fines de semana, pero no alcanza a ser de riesgo conforme lo establece la OMS). Estos son algunos de los puntos dispares, “sin mencionar los estudios que hablan de las bondades que tiene respecto de la salud.”- destacó el  director.

Habló de lo absurdo de la medida ya que, a su entender “el sentido mismo de un impuesto interno es desalentar el consumo “y están intentando desalentar el consumo de un producto cuyo consumo está cayendo” (desde hace 20 años-recordó).

Rada habló de las asimetrías respecto de los impuestos. Dice que este impuesto se convertiría en regresivo “cuando grava a una mayor tasa a quienes menos tienen” (el vino difícilmente alcance el 7% de rentabilidad, es decir las bodegas, mientras que la cerveza tiene una rentabilidad en el orden del 20%). Otro de los puntos a tener en cuenta es la generación de trabajo que produce la actividad. Estas y otros diferencias hacen que el impuesto sea considerado regresivo.