Salvatore "Totó" Schillaci, un símbolo del fútbol italiano que encendió con sus goles aquellas noches mágicas del Mundial de 1990, falleció hoy a los 59 años, como consecuencia de un cáncer de colon.

El exatacante de Juventus, Inter y la selección de Italia se encontraba internado desde la semana pasada en la terapia intensiva del hospital Cívico de Palermo debido a su enfermedad, por la que ya había sido operado dos veces.

Schillaci se convirtió en héroe nacional durante el Mundial de Italia ’90, que había comenzado como suplente de Andrea Carnevale y finalizó como máximo goleador del torneo, con seis tantos.

A fuerza de sus goles, "Totó" había logrado ilusionar a la "Squadra Azzurra" y a todo un país con ganar "su Mundial" hasta que cayó en semifinales (1-1 tras el alargue, 4-3 en los penales) con la Argentina de Diego Maradona.

La Federación Italiana de Fútbol dispuso que se haga un minuto de silencio en su memoria en todos los partidos de todas las categorías que se disputen desde hoy y hasta el domingo.

"Sus celebraciones, convertidas en un símbolo de la alegría colectiva, quedarán para siempre en el legado del fútbol italiano", lo despidió el presidente de la Federación italiana de fútbol, Gabriele Gravina, según publicó hoy el diario La Gazzetta dello Sport.