Por Santiago Lucía - @santilucia
Croacia será recordado particularmente por los argentinos en el Mundial de Rusia. El segundo partido del grupo D desnudó la realidad de nuestra selección. El 0-3 fue tan inapelable como descriptivo. El golpe. El sueño desvanecido.
El tránsito de Croacia en la Copa del Mundo tendrá además la huella de haber contribuido en la búsqueda de paridad de género. Iva Olivari, es la primera mujer en la historia en ser jefa de equipo de una selección durante un Mundial.
El fútbol es un ámbito conservador y sexista, un espacio en el que se discrimina y se desprecia por condición de género, por ser mujer o por cualquier elección sexual. “El fútbol es para hombre” o “acá se gana a lo macho” son algunos de los lugares comunes que se repiten en voces de entrenadores, jugadores, relatores, hinchas o dirigentes.
En ese contexto Iva Olivari es una excentricidad. Como asistente del entrenador croata Zlatko Dalic, es la única mujer sentada en un banco de suplentes durante el Mundial.
Olivari forma parte de la Federación de Fútbol de su país desde 1992. El salto a la notoriedad lo dio en 2012: en ese año asume como presidente del organismo el símbolo de la Selección croata Davor Zuker, quien nombra como jefe de equipo a Iva. A partir de ahí, se trasforma en la responsable de preparar la logística de los viajes, los partidos y ser el vínculo de comunicación entre la Federación y la FIFA.
Desde la Eurocopa 2016, en Francia, Iva puede presenciar los partidos en el banco de suplentes, con sus compañeros de cuerpo técnico. Distintos eran las sensaciones en competencias anteriores como el Mundial de Brasil, donde tuvo que seguir al equipo desde la tribuna.
"Si alguien dijese que acabaría trabajando en fútbol hace 30 años iba a responder que eso sería casi imposible, pero nunca se sabe dónde la vida te va a llevar y yo amo el trabajo que hago, amo estar con el equipo.” Dijo antes del inicio de Rusia 2018.
Buena parte de los espacios del fútbol tienen modos retrógrados y sexistas. Donde la AFA ofrece consejos para “levantarse” mujeres rusas o presenta la camiseta femenina de la selección con modelos y no con las jugadoras. El fútbol debiera convertirse en un ámbito inclusivo con las diversidades sexuales y las mujeres. Historias como la de Iva Olivari sirven para visibilizar y tener presente todo lo que falta construir en ese campo.
