Sergio Pereyra visitó el Living de Tampoco es para Tanto, antes de la nueva edición del Patagonia Run. El atleta, corredor de montaña, de 28 años, compartió en el aire de Nacional sus sensaciones y desafíos en la Ultradistancia de 160km.
Pereyra corre desde 2010, pero ha querido dejar de correr, por falta de apoyo. "Pero he crecido, me ha abierto las puertas salir a correr afuera, 8 años representando a Salomón, me apasiona, es lo que más me gusta de la vida".
Para todos los corredores sudamericanos, no podemos vivir del deporte. No somos un deporte olímpico entonces no tenemos el apoyo del ENARD, pero tampoco de la provincia ni de los municipios.
Para los corredores, una zapatilla profesional nos dura un mes, tenemos que tener seis pares para poder competir en igualdad de condiciones. Por eso el apoyo en la indumentaria es decisivo.
"Trabajo en la construcción, a veces estoy detonado de piernas. Me levanto a las 6, en verano 5.30, a veces salimos de noche a entrenar, cuando se puede y el clima los permite. Ahora termino la entrevista y me voy a entrenar 12 kilómetros", detalló Pereyra
En la temporada de invierno en Europa tuvo apoyo de un representante después de varios años: "se logró el viaje, tuve un asistente durante 4 meses que se encargaba prácticamente de todo, al final mi entrenador se sumo a la carrera de Francia, fue una gran experiencia que me permite pensar que estoy para mas".
Con respecto a la nueva edición del Patagonia Run, Pereyra destacó que está tratando de corregir algunas falencias: "Me reprocho mucho algunos errores, estoy trabajando con una nutricionista por primera vez porque le erro a la planificación de la comida en la ultradistancia". En la edición 2022, Pereyra salió segundo y estableció un récord de 19 horas 26 minutos corriendo. Durante todo ese lapso de tiempo, se alimentó con 4 pizzetas como alimento sólido, frutos secos, geles. Se entrenan comidas que rindan y no caigan mal, no se innova. Pero este año comerá distinto. "Solemos entrenar la alimentación un mes antes. Hace semanas que vengo trabajando con una nutricionista, corrí la carrera del Aconcagua en febrero, quedé segundo, pero a partir del km 50 no consumí alimento y me quedé sin combustible. Ahora estoy comiendo en la obra Milanesa de Quinoa, ensaladas, frutas. Hemos notado grandes resultados, creo que este año vamos a tener buenas noticias".