El arbolado urbano nos ayuda a respirar mejor y a tener sombras en la ciudad, embellece el paisaje y además, refuerza el patrimonio de la comunidad. Fundamentalmente, los arboles contribuyen a mejorar la calidad ambiental, reducir la contaminación atmosférica y sonora. Amortiguan la temperatura, retienen la humedad y promueven la biodiversidad.
Horacio Enríquez, director Ejecutivo de la Fundación Eco Urbano, expresó: “El desarrollo y preservación del arbolado urbano debe ser una estrategia prioritaria de adaptación frente al cambio climático”, agregó “hoy es considerado un componente fundamental de la infraestructura de salud pública en una ciudad, el árbol debe ser considerado como sujeto de derecho” finalizó.