La muerte de su hijo en una "granja de rehabilitación" por problemas de adicciones, permitió revelar las condiciones y trato que reciben los pacientes en muchos de estos espacios donde el tratamiento de la salud mental no va de la mano de los derechos humanos y culminan en casos de violencia institucional.
Saulo Rojas falleció a los 23 años en las inmediaciones de la comunidad terapéutica San Camilo (Pilar, Buenos Aires), con graves índices de violencia física. Su madre desde entonces, logró transformar el dolor en un espacio social, de concientización y contención para familias vulnerables de su localidad en Mendoza, mientras avanzaba la causa judicial contra autoridades y trabajadores de la institución San Camilo.
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